Las superficies tratadas con PURETi evitan el crecimiento de suciedad y la contaminación inversa en el exterior.
En el interior, PURETi elimina los olores y mejora la calidad del aire. Los edificios y las ventanas se mantienen más limpios. Los techos blancos permanecen más frescos. El aire interior es más saludable y sin olor.
Una aplicación de larga duración ahorra tiempo, dinero, agua, productos químicos y energía.